Segunda sesión del taller de emociones y Quinta de Awake-Gasteiz 2018.
Comenzamos el encuentro con un interesante debate sobre la utilidad o inutilidad de los exámenes como método de evaluación en el sistema educativo. Lo cual nos sirve como metáfora sobre lo bueno de rebatir y defender las opiniones personales manteniendo la calma y expresando con firmeza las razones y argumentos propios y así poder introducir las cuestiones de la sesión.
Ante las preguntas: ¿Cómo venís? ¿Qué traéis? las respuestas escritas en post-it, revelaron un clima de tranquilidad, ilusión por aprender, alegría y nerviosismo.
Las emociones escritas fueron leídas por personas distintas de las autoras con el objetivo de comentar y debatir sobre la necesidad de observar y estar atentos a cómo están los demás para ver, comprender y respetar sus emociones como capacidad personal de conciencia emocional.
Ante la pregunta ¿Qué traigo?, introduje la sorpresa -como emoción- mediante unas botellas de agua AWAKE-GASTEIZ (véase la foto de cabecera) para estar despiertos, como metáfora sobre la apertura a la observación y atención plena y la conexión creativa entre elementos diversos.
El resto de la tarde fluyó trabajando de manera individual, mediante la reflexión y escritura de cuáles son las situaciones que a cada persona del grupo le producen determinadas emociones, contrastándolas posteriormente en grupos para ver similitudes y diferencias de cómo vive cada cual las emociones.
Sobre este tema hicimos dos ejercicios, uno para trabajar la ira/rabia/furia y en el otro la frustración, sobre la que expuse que es una emoción compleja que se compone, entre otros fenómenos emocionales, de rabia+tristeza+desajuste de expectativas. Se analizaron de manera plenaria.
Esta experiencia prosiguió en grupos reflexionando y compartiendo la experiencia personal respondiendo a las siguientes preguntas: Qué siento /Cómo lo siento/ Por qué lo siento/ Qué pensamientos tengo/ Qué consecuencias tiene para mí y para los demás.
Tras unos minutos de trabajo en grupo y ante cada una de las respuestas dadas a estas preguntas fuimos explicando y experimentando diferentes estrategias de regulación emocional en los diferentes momentos, antes, durante y después del acontecimiento que causa determinadas emociones, para mejorar el bienestar personal, las respuestas que se dan y las conductas asociadas.
Con las conclusiones de este ejercicio conectamos con la capacidad de cada persona para afrontar los acontecimientos difíciles que se van presentando en la vida y cómo se toman las decisiones, así trabajamos la tolerancia a la frustración y cómo podemos manejarla. Para ello utilizamos tres juegos de habilidad que repartimos en tres grupos, que tenían que resolver en un determinado tiempo. Una vez agotado el tiempo marcado debatimos y reflexionamos sobre lo que había ocurrido en cada grupo y en cómo se había vivido la experiencia, aportando al unísono estrategias de regulación que se fueron comentando y practicando.
Como colofón a la sesión pusimos en práctica una bonita dinámica que sirve de metáfora para tratar sobre cómo se pueden afrontar las rupturas, los errores y las situaciones complicadas para salir reforzados de ellas basándonos en la autoestima y aportando valor personal, yo la denomino el “lapicero roto”, está basada en la técnica japonesa Kintsugi, mediante la cual superan el valor artístico de una vasija que se ha roto al recomponerla pegando los trozos con oro.
Se entrega un lapicero con un sacapuntas a cada uno, y se observa y comenta que tiene una sola punta para escribir, sólo tiene un uso, la dinámica consiste en romper el lápiz y sacarle punta por las dos partes rotas, así se le añade valor, ahora tenemos dos lápices y tres puntas para escribir. En este caso el sacapuntas es el oro con el que se añade valor a la ruptura, el oro cuando hablamos de las relaciones humanas, es el afecto, el respeto y la comprensión.
Como conclusión hablamos sobre la capacidad de flexibilidad, de adaptación y tolerancia a la frustración para afrontar cada una de las situaciones que nos ponen en dificultades en la vida, y la habilidad para manejar de manera eficaz las emociones que se presentan; miedo, rabia, tristeza, decepción,..
Con la manifestación de satisfacción y el expreso deseo y ganas de seguir trabajando este tema por parte del grupo, nos despedimos con un último trago de agua AWAKE y un cariñoso y fuerte abrazo grupal con el sincero agradecimiento mutuo.
Nos seguiremos viendo en el camino en este viaje hacia el crecimiento personal.
Autor/a: Javier Bárez Cambronero