Comenzamos la sesión, el grupo era pequeño por lo que pudimos crear un ambiente más cercano e íntimo. Entre las palabras que nombraron al inicio de la sesión estaban: cansancio, relajación, estrés, felicidad, tranquilidad…
El grupo enganchó muy bien con las prácticas, se entregaron al máximo. El ejercicio consistió en imitarse unos a otros y la verdad que se trataron con mucho respeto al comentar como se habían sentido imitándose y darse el feedback de como percibían los movimientos externos.
Después de este ejercicio abrimos un debate muy interesante sobre que era para ellas y ellos la zona de confort, por qué es importante salir de ella, qué herramientas pueden ayudarnos, cómo usar el cuerpo para explorar y conectarnos con nuestros sentimientos y por último cómo se interrelacionan mente, emoción, cuerpo en relación con la zona de confort.
Nos ponemos en movimiento de nuevo, caminando por la sala por parejas imitando la plástica corporal de la otra persona y reconociendo en la imitación que nos ofrecía la pareja la nuestra.
Como cierre y vuelta a las sensaciones corporales realizamos un masaje por parejas y pusimos en común con una palabra como nos sentíamos después del taller.
Mi valoración es muy positiva con el funcionamiento del grupo, su actitud, predisposición ante el planteamiento de trabajo y teoría, el trato hacia mi y el cuidado hacía el espacio y encuadre de trabajo.
Muchas gracias.
Fecha: 24/01/2022
Autora: Naia Gil