La nutrición además de ser un ámbito de estudio muy científico es algo muy relacionado con el cuerpo, las emociones y las relaciones que creamos entorno a ella.
De eso hemos estado hablando en el taller de hoy y hemos compartido diferentes vivencias sobre lo que ha supuesto para nosotxs en el desarrollo de la vida y qué cosas hemos observado en nuestra alimentación en las diferentes etapas donde ALGO MAS nos ha influido.
El hambre emocional no es otra cosa que el recurso de la comida para cambiar nuestra situación emocional actual de estrés o tristeza, ya que produce en nosotxs una sensación de placer y calma, como un efecto ansiolítico. Nos hace falta escuchar a nuestro cuerpo y detectar las señales que nos manda sobre ese hambre para poder decidir sobre nuestro cuerpo.
Derribar mitos alimentarios también es necesario porque hay creencias que nos limitan para tomar elecciones sobre alimentos más informadas.
Por último, la alimentación es una herramienta con gran capacidad de hacernos sentir bien o mal en nuestro cuerpo y es por ello que tenemos que aprender a relacionarnos con la comida y nuestro cuerpo de una manera positiva y no culpabilizada. Para eso, nos hemos puesto a jugar con toda la comida que teníamos y a potenciar los sentidos que en el día a día no ponemos en práctica. Porque al contrario del dicho popular, con la comida sí se puede jugar y disfrutar.
Autor/a: ANE AGIRRE ETXEBARRIA