El pasado jueves, los chic@s de Awake participaron en un taller sobre el la comunicación asertiva. ¿Conocemos el poder de las palabras y como éstas son tan importantes que, con con solo pronunciarlas, apoyamos o dañamos a alguien o incluso a nosotros mismos?
No hace falta convertirnos en un gran orador para comunicarnos, basta con hablar con claridad, precisión, objetividad, oportunidad, interés pero, sobre todo, con empatía y una actitud de escucha activa. En el primero de los casos nos pondremos en el lugar del otro y así entenderemos lo que le pasa y siente. Una empatía que se fomenta a través de ese feedback hacia el otro, para hacernos conscientes de lo que por una parte está diciendo la otra persona y además lo que realmente está tratando de comunicar. ¡Por último, unas pinceladas de paciencia, espera, ritmo y tono y tendremos la comunicación adecuada!
El PNL o programación lingüísticamente nos servirá de apoyo para utilizar de forma positiva el lenguaje con unos pequeños cambios. Así, debemos evitar definirnos por los errores, no emplear frases que lleven verbos negativos, así como aprender a usar el puedo, que implica valía, autoestima y capacidad.
En nuestra comunicación, además, no debemos olvidar el hecho de poner en práctica la asertividad. Conjunto de habilidades sociales que nos permiten expresar emociones, ideas, opiniones, acuerdos, desacuerdos y sentimientos propios, así como hacer peticiones para mí. Ser asertivo no significa tener siempre la razón y nos ayuda a afianzar nuestro carácter, aumentar la autoconfianza, seguridad, eficacia, rendimiento y nuestra salud.
Bibliografía
DILTS, R. El poder de la palabra
BRANDEN, N. El respeto hacia uno mismo
L.KNAPP, M. La comunicación no verbal
GUIX, X. Ni me explico ni me entiendes
RUIZ, M. Los 4 acuerdos
Ana López de Armentia
Deja una respuesta