Hoy hablamos con Josu, un jóven de Awake-Gasteiz que se define como curioso y apasionado de las nuevas experiencias y de las emociones intensas. Es el pequeño de tres hermanos y nos habla de su gran inquietud por el desarrollo personal.
En mi caso, empecé con el desarrollo personal gracias al deporte. Antes de empezar a nivel mental, empecé a nivel físico, que fue por el hecho de que quería adelgazar, porque yo con 12 años, pesaba 80 Kg (ahora a mis 19 peso 72 kg).
Vivir en un pueblo, haciendo poca actividad física y alimentándome de más, pasó factura. Por ejemplo, me acuerdo de merendar con frecuencia tabletas de chocolate dulce enteras yo solo, pasar más de 5 horas seguidas jugando videojuegos… Entonces empecé a hacer calistenia y street workout, ejercicios con peso corporal. Empecé con todo eso del deporte ya que no me gustaba la opinión que los demás tenían de mí.
Bueno, era la opinión que yo creía que tenían de mí. Eso es otra cosa. Yo pensaba, o creía que los demás no tenían buenas opiniones sobre mí, osea que yo no gustaba a los demás. No era algo confirmado, me hice la creencia de que “yo no gustaba”. Cosa que en gran parte salía por la falta de amor propio que tenía por aquel entonces. Me pasaba algo que es muy habitual entre los jóvenes de hoy en día: no me gustaba mi cuerpo y quería cambiarlo.
En el primer verano que empecé con un estilo de vida más activo, cosa que me costó mucho a nivel de esfuerzo, ya que partía de una base muy poco estable, estaba a disgusto conmigo mismo… aún así, conseguí adelgazar 15 Kg en un verano, que fue el cambio más notable por así decirlo.
Eso es, yo como tal solo empecé por el tema físico, por mi cuerpo, y luego con el tiempo fui descubriendo la importancia de la salud a nivel mental. En gran parte gracias a dar filosofía como asignatura en el bachillerato. Gracias a ello empecé a plantearme muchas cosas, tanto de mí, como de los demás, de mi vida en todos los aspectos…
Yo por ejemplo… el tema del sistema educativo. Empecé a planteármelo mucho más. Con el tiempo empecé a darle vueltas y me preguntaba por ejemplo, “¿hay más caminos que no el del sistema educativo…?” Cambié mucho los esquemas mentales que tenía y cambió mucho mi opinión acerca de cómo está planteado.
A mí ese sistema me parece que funciona, pero no conmigo. Osea yo no estoy hecho para pasar por el sistema educativo actual. Lo tengo muy claro y por eso lo dejé, en segundo de bachillerato, a 3 meses de terminarlo. Es más, ya en primero lo quise dejar, estuve apunto, pero hable con profesores y la orientadora y me convencieron con frases del estilo a “tú sigue, que te va a venir bien”, o “ten ese colchón por si acaso”, “yo que tu no lo dejaba”… Me convencieron y aguanté hasta segundo.
El hecho de que en el sistema educativo no enseñan a aprender. Enseñan a estudiar y memorizar. Yo en cambio, iba a clase a aprender, a absorber como una esponja todo lo que podía, a sacar aprendizajes útiles para mi vida y mi día a día. Pero me enseñaban a memorizar información, escupirla en un papel y poco más…
Me acuerdo que teníamos una asignatura en la que había que hacer un examen en el que había que rellenar un esquema en blanco. Es decir, memorizar sin ni siquiera necesitar entender lo que significaba lo que escribías. Pero eso te daba nota, que al fin y al cabo es lo único que valoran. Yo ya no me acuerdo de esos esquemas… sin embargo, me acuerdo perfectamente, cuando un profesor, muy buen profesor por cierto, se quitó los cordones para explicar la composición del ADN. Y de eso, a día de hoy, me sigo acordando. Eso lo aprendí, no lo memoricé.
En AWAKE, a pesar de que también podemos hacer nuestros esquemas, lo que hacemos es aprenderlo, no memorizarlo. Osea, tú vas allí, lo vives, lo sientes, lo experimentas por ti mismo. No es que alguien te venga y te diga “esto es así”, sino que tu ves de cerca cómo es, experimentas esa sensación y eso ayuda a interiorizarlo. Sumándole que lo aprendes junto con los compañeros, ya sea en actividades grupales o individuales.
En mi caso, yo entré a AWAKE para potenciar las cosas que ya sabía, mejorar ciertos comportamientos y aumentar mi calidad como persona. Quizás muchas cosas ya las conocía, pero las he reforzado mucho y me ha venido genial. Una de esas cosas por ejemplo es la confianza en mí mismo. Lo noté mucho en varias clases, porque claro, estás ahí en las prácticas, y cómo interactúas, como te sientes, como te mueves… aprendes muchísimo de ti. Te das cuenta de que es lo que tienes, que es lo que hay adentro de ti.
La verdad que son varios momentos. Por ejemplo, a la hora de pedir voluntarios, si piden a alguien y te quedas a medias, en esa situación de “quiero pero no quiero”, “me da vergüenza”, ves un poco cómo interactúas, como eres al fin y al cabo, la valentía que tienes a la hora de salir de la zona de confort. O esas otras situaciones que piden un voluntario y eres el primero que se levanta y te dices “venga, voy yo”. Ahí sacas la valentía que llevas dentro. Y eso te hace crecer.
A mi por ejemplo me gustó el taller de movimiento. Sobre todo por el tema de la confianza, un taller en el que estaba prohibido hablar con palabras, fue una clase entera sumergidos en gestos, movimientos, juegos sin ningún tipo de comunicación verbal… y aparentemente sin ningún sentido, pero cuando estas ahí, y lo sientes por ti mismo, aprendes mucho, experimentas mucho y terminas pasándotelo genial mientras creces como persona.
Otro ejemplo sería cuando en la charla de aprovechamiento del tiempo, cuando nos regalaron una agenda preparada para gestionarnos mejor, pusieron un ejemplo que decía “¿qué harías si cada día te ingresarán en la cuenta de banco 86.400€, y cada día se reiniciase la cuenta?”, lo curioso es que comparaba cada euro con los segundos que tienes de vida. Eso te ayuda a darte cuenta de la importancia que tiene el tiempo.
Ese taller me vino muy bien para tomar conciencia de mis emociones. Últimamente estaba más perdido en ese tema, o me dejaba llevar más sin ser consciente de lo que sentía, así que me vino bien para darme cuenta que en todo momento sentimos emociones y es importante no solo conocerlas y saber diferenciarlas o percibirlas en nosotros, sino también saber manejarlas.
Ahora mismo, me siento más a gusto que nunca. Gracias a todos los cursos, charlas, videos, libros, contenido y conocimientos que he adquirido. He aprendido a ser más feliz, a encontrar mi plenitud y sentirme a gusto conmigo mismo. También tengo que recalcar que AWAKE me ha ayudado mucho a llegar a este punto.
Hay de todo la verdad, gente más tímida, menos tímida, gente que interactúa más, gente que menos, hay quien se nota que tiene más desarrollo personal, quien sabe manejar más sus emociones y quién no tanto.
¿Contando a los de AWAKE o sin contarles? Jajaja. Sin contar a mis compañeros, muy poquita, conozco a uno que es muy amigo, que además tuve esta misma conversación, al que le encanta crecer como persona. Es de los muy poquitos a los que les gusta el desarrollo personal. También hay otro, que le gusta bastante, pero el número no supera las 2 o 3 personas. Normalmente es gente de más edad, es más, en otros talleres o charlas que he participado, he estado con gente que de media me doblaba en edad. Así que se agradece encontrar a gente de mi misma edad, y eso AWAKE lo consigue sin duda.
Muchas personas sí. A mucha gente le sucede que después de algún tipo de vivencia dolorosa, o traumática de alguna manera, se dan cuenta de que es lo que no quieren en sus vidas, y se ven obligadas a mejorar su situación, cosa que les lleva al crecimiento personal…se vuelven mejores personas y en consecuencia son más amables con el resto. Al fin y al cabo saben lo que se siente, lo último que querrían es ver a otra persona sufriendo lo mismo.
Aún así, también conozco personas, que a través de la experiencia de terceros, han encendido esas ganas de crecer sin necesidad de haber sufrido mucho o haber pasado ciertas situaciones. En conclusión, el desarrollo personal sirve para todo el mundo, a todos/as nos puede ayudar a vivir mejor, más plenos y más felices.
Hombre, soy consciente que soy lo que soy gracias a lo que he vivido, así que a pesar de haber podido sufrir en algunos momentos, o haberlo pasado mal en ciertas situaciones, agradezco enormemente todo lo vivido, ya que eso me ha enseñado y me ha llevado a crecer hasta el punto en el que me encuentro. Por eso, a pesar de poder sentir dolor, sigo buscando maneras para mejorar mi calidad de vida y la de la gente que me rodea.
Los jóvenes como Josu hacen que Awake-Gasteiz se llene de personas que suman, que saben lo que quieren y que son conscientes de sus emociones y metas. Gracias por sentir, vivir y darnos tanto.