En esta quinta edición de AWAKEGASTEIZ, acudo a la sesión que facilitaré con la misma CREENCIA que en anteriores ediciones: disfrutaré, descubriré algo nuevo, aprenderé. Y así sucede. Me recibe un grupo tan divergente en personalidades, sensibilidades, objetivos, proyectos de vida, como unido en la perspectiva de ofrecer lo mejor de sí mismos/as, desde la curiosidad, la rebeldía y el respeto.
Jugamos (¡el partido que sacamos a la soga!), porque creemos que el juego libera tensiones, aumenta las emociones positivas, provoca la risa, y desde ahí favorecemos que quien acude con la mochila “cargada”, pueda soltarla y sentirse más ligera para poder experimentar lo que acontezca.
Hablamos de creencias que son normas, principios de vida, aquello por lo que luchamos, el “piloto automático” que nos conduce día a día. Que no son buenas ni malas, sino que nos potencian (nos ayudan a lograr nuestros objetivos, nos hacen sentir más felices…) o nos limitan (ponen trabas en el logro de nuestros sueños, nos bloquean, generan conflicto y malestar…).
Recordamos momentos de la vida, de la infancia, y a qué creencias han dado lugar en nuestro estado adulto, entendiendo que las experiencias construyen creencias, y éstas a su vez nos conducen a llevar a cabo determinadas acciones.
Nos emocionamos escuchando y entendiendo la validez del Efecto Pigmalión, o efecto autocumplidor de las creencias.
Visualizamos vídeos que nos recuerdan, desde el humor, lo importante que es no realizar juicios de valor, que puedan fomentar creencias erróneas sobre otras personas.
¿Y qué podemos hacer cuando descubrimos una creencias limitante?. Aprendemos que podemos transformarla. Sí, se puede decidir cambiar de creencias, hacerlo, y obtener resultados diferentes. Los resultados que deseamos.
¿Y tú? ¿Eres consciente de las creencias que dirigen tus actos? ¿Te potencian…o te limitan…? ¿Y qué vas a hacer con ellas?.
Autora: Nieves Santa Cruz