El martes descubrimos algo más sobre nuestra manera de querernos como somos.
La autoestima es esa valoración subjetiva que hacemos de nuestras cualidades, defectos, de nuestro cuerpo… Aprendimos cómo influye en nuestra manera de ser, de pensar, de relacionarnos, de sentir, en nuestros comportamientos y en la interpretación de sus efectos.
Nos puntuamos en autoestima, compartimos la valoración que tenemos de nosotros mismos, recibimos las de los demás, que nos sirvieron de espejo para descubrir nuevas cualidades en nosotros mismos.
Comprendimos que crecer en autoestima es una tarea personal que se fundamenta en tres pilares: perdonarnos los errores cometidos, conocernos y aceptarnos tal y como somos para, desde ahí, superarnos a través de nuevas experiencias que nos permitan sentirnos orgullosos de nosotros mismos.
Quizás, para algunos, uno de los mayores descubrimientos fue saber que el juicio de los demás que tanto tememos, no es otro que el que hacemos de nosotros mismos. Y que, muchas veces, la imagen que creemos transmitir a los demás no coincide con la que los demás perciben de nosotros.